Es momento ahora en primavera de revisar el estado del césped, un césped dañado ofrece una visión del jardín nada deseable a la hora de disfrutarlo
La falta de cuidados en el césped, el paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas o el uso inadecuado del jardín pueden ocasionar un césped dañado.
Para modificar esta situación nada mejor que primero valorar los daños y poner remedio cuanto antes para poder disfrutar del jardín en estos meses de calor.
Si hemos comprobado que efectivamente está el césped dañado, debemos valorar qué cantidad de jardín presenta este problema.
El mercado nos ofrece la posibilidad de los rollos de césped natural o tepes.
Estos rollos de césped son muy manejables y muy versátiles en su utilización, son rollos pequeños los utilizados para jardines privados y su peso oscila entre los 15 y 20 kilos.
Podemos utilizar sólo parte de un rollo para ir salvando ciertas zonas más dañadas del césped, al ser fácilmente manejables recortaremos sólo la parte que necesitemos.
Para ello, la zona del césped dañado que vamos a cambiar deberemos remover la tierra para producir una aireación del terreno en ese trozo, y a continuación recortaremos del tepe la parte que tenemos que instalar en el jardín.
De esta forma iremos parcheando el jardín con los tepes de la mejor calidad, tupidos y libres de malas hierbas.
Si vemos que la cantidad a parchear es demasiada, y realmente va a quedar hecho una chapuza, lo mejor es plantearnos la instalación total del jardín con rollos de césped natural.
Es mucho más fácil su instalación si son rollos enteros que parcheando zonas, simplemente extenderemos los tepes, como si de alfombras se tratase, sobre el terreno y poco a poco y con ayuda de un cuchillo afilado se irán recortando las partes que sobran hasta dar la forma correcta del jardín.
De esta sencilla forma hemos obtenido un jardín en perfecto estado y listo para disfrutar en tan sólo unas horas, además siempre con la mejor calidad, libre de calvas, y de malas hierbas, de gran densidad y suave al tacto.
Los daños que se pueden producir en nuestro jardín más habitualmente son:
- Aparición de calvas en el césped. Removeremos la tierra donde se encuentra la calva y seguidamente esparciremos las semillas, eso sí siempre deberán ser del mismo tipo que las ya existentes, para que sus características y cuidados sean los mismos.
- Montículos o hundimientos en el césped. En los dos casos deberemos levantar la zona con cuidado y nivelar el terreno, bien añadiendo sustrato en caso de hundimientos o retirando el exceso de tierra en caso de montículos. A continuación, procederemos a colocar de nuevo el trozo de césped añadiendo sustrato alrededor para facilitar su unión.
Si contemplamos que el césped se le ve escaso, al igual que hemos mencionado la tarea de instalar tepes en el jardín, podemos realizar una resiembra del césped, aunque por supuesto hay que tener en cuenta que es mucho más lenta y los resultados no son del todo satisfactorios a veces.
Realizaremos un escarificado para remover la tierra y facilitar la resiembra.
La resiembra la realizaremos aprovechando los huecos que nos ha dejado el escarificado para introducir en ellos la semilla, como ya hay semilla plantada en el césped, deben ser del mismo tipo.
A continuación, realizaremos un recebado que consiste en cubrir las semillas con una fina capa de arena, de esta forma evitaremos que posibles aves o insectos las devoren.
Abonar el jardín para aportar todos los nutrientes necesarios para su correcto crecimiento y desarrollo, las sustancias más importantes que debe contener son, nitrógeno, fósforo y potasio.
Para finalizar regaremos todo el jardín suavemente sin producir encharcamientos, la mejor opción es mediante el riego por aspersión.
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