Durante el verano es importante que realicemos diversas tareas de mantenimiento en el jardín para que crezca correctamente
Es necesario que durante el verano sigamos manteniendo los cuidados que necesita el césped natural, para que las altas temperaturas del verano no le ocasionen graves daños. Simplemente se basan en regar y segar.
En esta época del año es cuando más disfrutamos del césped natural, por eso con la llegada del verano vemos que no se encuentra en buen estado, lo mejor es renovarlo por completo. La mejor forma es mediante los rollos de césped natural o tepes.
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Los tepes son planchas de tierra con césped natural que se extraen de la tierra mediante máquinas especializadas y transportadas en camiones hasta destino. Durante los meses de más calor, esta tarea se realiza de manera nocturna, para que las altas temperaturas no dañen a la planta.
Se colocan de una manera muy sencilla, pudiendo llevarla a cabo uno mismo, y con unos resultados que son visibles desde el primer instante. Comprobará que desde el primer momento, forma un perfecto manto verde, libre de calvas y malas hierbas, totalmente tupido y con una coloración y densidad perfectas.
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Si queremos disfrutar de un jardín en perfecto estado durante todo el verano, es necesario que realicemos algunas tareas de mantenimiento, para evitar que se produzcan calvas, zonas amarillentas, pérdida de coloración o de densidad.
Los cuidados van a ser regar y segar. La más importante y fundamental debido a las altas temperatura será el riego, mientras que la siega será un poco más distanciada. En ningún momento se deben producir ni encharcamientos ni zonas secas.
Instalar un buen sistema de riego o revisarlo cada año por si tuviera fugas es de vital importancia. El riego automático mediante aspersores es el más recomendable, ya que podemos programar el momento más adecuado de regar, así como la duración del riego y su intensidad.
Debe realizarse un riego homogéneo en todo el jardín, evitando encharcamientos y/o zonas secas que puedan dañar seriamente al césped natural. En caso de notar cualquier síntoma por pequeño que sea, hay que ponerle remedio enseguida.
La siega y el riego son tareas fundamentales a realizar en el césped natural durante el verano
Además del riego, pueden existir otros factores que dañen al césped natural, cómo son: compactación del terreno, siegas excesivamente bajas, o una capa demasiado gruesa de fieltro, todo ello impide que absorba correctamente el agua.
Observar el césped natural nos ayudará a identificar sus cambios y solucionar los problemas que puedan existir, bien por un exceso de agua o por defecto.
Un cambio de tonalidad a verde azulado al principio, después un marrón quemado y finalmente un color pajizo son muestras de poca agua, al igual ocurre si cuando lo pisamos se queda la marca de la huella. Las defensas bajan y es más propenso a padecer enfermedades o a la aparición de malas hierbas.
Si por el contrario es por un exceso de agua, ésta evita que el oxígeno penetre en las raíces y la corona, impidiendo su crecimiento y acabando por dañarla seriamente.
Las pautas para realizar un buen riego son:
- Riegos profundos de hasta 15 cm.
- Buen sistema de drenaje
- Regar a primera hora de la mañana
- En climas cálidos y húmedos evitar regar por la noche, ya que fomenta el desarrollo de enfermedades.
Conseguir un jardín en perfecto estado, libre de calvas y malas hierbas, de perfecta coloración, densidad y totalmente tupido es muy sencillo. Sólo debe instalar los rollos de césped natural o tepes, una manera rápida y sencillo de conseguirlo.
La otra tarea a realizar durante el verano es la siega. Al igual que el riego, no debe realizarse ni demasiado corto ni demasiado largo, los extremos en ambas labores son perjudiciales. Estos cuidados marcarán el éxito o el fracaso del jardín.
Si el césped natural está muy alto suele necesitar más agua, y la planta no podrá hacer correctamente la fotosíntesis, por lo que se dañará bastante, ya que esta acción es vital para su crecimiento.
Se realiza a través de las hojas, por lo que si el corte es bajo disminuirá su capacidad fotosintética y facilitará la aparición de malas hierbas y perderá su poder radicular.
Exceptuando los céspedes deportivos o especiales, la altura correcta es alrededor de unos 5 a 7 cm. En caso de ser demasiado bajo supondrá un mayor mantenimiento y a la larga mucho más caro.
Su crecimiento vendrá determinado del tipo de césped plantado, de la época del año, y de condiciones especiales que se pudieran dar. Todo ello variará la frecuencia de corte, no estando sujeta a un momento dado en el tiempo.
En caso de que haya crecido demasiado, devolverlo a su estado correcto debe ser de poco en poco. Las siegas se irán rebajando paulatinamente hasta llegar al 1/3 de la planta, que es la medida correcta y así no sufrirá un shock fisiológico.
El cortacésped es pieza fundamental para realizar una buena siega. Las cuchillas tienen que estar muy afiladas, sino causarían graves daños a la planta, además de provocar lesiones, también puede variar su coloración a un pajizo o padecer más enfermedades.
Realizar sencillas tareas de mantenimiento en el césped natural durante el verano, marcará que esté en perfecto estado durante más tiempo.
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