Abonar el césped es una tarea muy importante si queremos obtener un césped en perfecto estado, el abono aportará al césped los nutrientes necesarios para su desarrollo
Para no olvidarnos de realizar la tarea de abonar el césped, lo recomendable es planificar un calendario de abonos, si además realizamos una analítica del suelo, sabremos qué tipo de abono es el más adecuado.
En general, puede decirse que el abono más adecuado es el que contiene nitrógeno, fósforo y potasio en la proporción 2-1-2. Esta medida deberemos marcarla como guía cuando realicemos la tarea de abonar el césped.
Debemos tener en cuenta que dependiendo el tipo de césped que tengamos la cantidad de sustancia puede verse modificada, no es lo mismo el abono para campos de fútbol, praderas, campos de tenis o para un uso familiar.
Lo más adecuado es que sea de liberación lenta, de esta forma acompañará a la planta en su crecimiento y desarrollo.
Las consecuencias que podemos obtener de un abono desequilibrado son:
- El césped perderá su color verde en poco tiempo
- Las siegas se realizarán con más frecuencia
- Existe la posibilidad de quemaduras en el césped
- No llegarán a absorberse todos los nutrientes
El abono que utilicemos no puede ser sólo químico, también contendrá materia orgánica y oligoelementos esenciales.
El aporte de nutrientes que necesita el suelo para que el césped crezca correctamente, puede realizarse de dos maneras distintas:
- La misma planta realizará su propio abono, es decir, se descomponen las partes aéreas y comienzan a formar parte del humus del suelo.
- Mediante la acción de fertilizantes
Por lo tanto, debemos siempre aportar al césped materia orgánica junto con fertilizantes.
El aportar materia orgánica al césped, conlleva muchos beneficios, entre otros son:
- Consumo menor de agua, al retener la humedad y evitar la evapotranspiración.
- Se descomponen los restos vegetales y su conversión en humus se realiza de una manera más rápida.
- Al césped le aporta un 5% de nitrógeno de liberación lenta.
- Los suelos mejoran su estructura, incluso arenosos o arcillosos.
Además, a la hora de añadir el fertilizante el aporte de nutrientes es:
- Azufre, potencia el verde de la planta y es un potente fungicida.
- Magnesio, presente en la clorofila de la hoja y en el crecimiento del césped.
La falta de estas dos sustancias hacen afectan a la planta en su crecimiento y en el color del césped.
Una distribución del fertilizante de una manera no uniforme puede dañar el césped.
La forma de distribuir el fertilizante en el césped puede ser de manera manual, siendo ésta la más utilizada, sobre todo en terrenos pequeños, y mediante la utilización de máquinas distribuidoras, estas se realizan en grandes extensiones de césped.
De la manera manual de distribuir el fertilizante en el césped, debemos realizarlo de una manera muy concienzuda para evitar que se nos pase alguna parte del terreno.
El terreno deberemos acotarlo en pequeñas áreas, de esta forma sabremos con exactitud que partes hemos ya distribuido el fertilizante y cuáles no.
La tarea de abonar el césped es completamente necesaria, y no podemos pasarla por alto, sobre todo en las épocas del año de primavera y otoño, dónde el césped necesita más cantidad de nutrientes.
Hay ocasiones que al ver el césped en perfecto estado, pensamos que podemos pasar de abonar el césped en ese momento, de esta forma veremos como al poco tiempo estábamos equivocados porque el césped ha comenzado a estropearse.
Las pautar de abonar el césped pueden variar dependiendo de su utilización y del tipo de césped que tengamos.
Siempre después de abonar el césped debemos regarlo para que se disuelva correctamente, nunca se realizará un riego excesivo.
Con un correcto riego aportaremos los nutrientes de una forma completa al suelo, evitaremos quemaduras producidas en el césped y un aprovechamiento total del abono.
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